Siempre que cumplo años, me doy el gustazo de irme de ¡shopping a lo loco! Sin miedo, sin remordimientos... bueno casi, casi.
Con esto de cumplir los 30 y la crisis que conlleva, soy más consciente del cambio de estilo que progresivamente tenemos conforme cumplimos años, sobre todo por lo mucho que nos cambia la vida.
En mi caso en los diecitantos y el comienzo de la veintena solía vestir con ropa más sport para ir a estudiar y el momento en el que me arreglaba era para salir de juerga.
Después cuando empecé a trabajar (trabajo en oficina) mi vestuario tuvo que "refinarse" un poco, pero vamos que yo no me he despegado de mis vaqueros y mis jerseys de punto hasta hace menos de un año.
Otra de las circunstancias que me han cambiado el vestir, a sido el ser madre... ADMIRO a esas mamas subidas en taconazos, yo soy incapaz.
La verdad es que el cambio suele ser muy paulatino y no te das cuenta de cuento ha cambiado tu armario... Este año en las compras por mi cumpleaños, no ha caído un solo vaquero o un jersey, en cambio han abundado las blusas, un par de vestidos, un par de pantalones sastre, una falda e incluso unos botines de cuña (tacones aún no).
No hay comentarios:
Publicar un comentario